Cuando era niña en Colombia, a menudo desenvolvía una golosina familiar favorita, el bocadillo veleño, sin darme cuenta de lo que mis dedos hacían: desplegar un plegado. Era indudablemente origami en acción.
El bocadillo veleño es un delicioso dulce elaborado con pulpa de guayaba y azúcar. En toda Colombia el bocadillo se consume como sobremesa con gran entusiasmo. El bocadillo se produce principalmente en la provincia de Vélez, situada en el departamento de Santander, a unos 130 kilómetros al noreste de Bogotá, la capital de Colombia. Esta provincia incluye los pueblos de Vélez, Barbosa, Guavatá y Puente Nacional, que fue donde nació mi padre.
Como postre, el bocadillo se suele consumir junto con un queso joven y suave llamado “queso de hoja” que es similar al queso campesino. El bocadillo suele tener forma de bloque pequeño y rectangular, consistencia firme, color rojo intenso y sabor y aspecto similares a los del postre español “dulce de membrillo”.
Cada pequeño bloque de bocadillo se envuelve a mano en un trozo de hoja seca de “bijao”. Ancha y de forma ovalada, la hoja de bijao es similar a la hoja de plátano y añade un toque delicado al sabor del bocadillo que envuelve. El queso de hoja también se envuelve en la hoja de bijao, pero para el queso, la hoja de bijao se utiliza fresca y verde, no seca.
Además de ser popular en Colombia, el bocadillo también lo es en Costa Rica, Ecuador, Panamá y Venezuela,
¡La envoltura del bocadillo es origami en acción! Bloques de Bocadillo
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