Piet Mondrian inspira un cubo de origami

Piet Mondrian (1872-1944) fue un pintor holandés considerado uno de los pioneros del arte abstracto y más conocido por sus composiciones de formas geométricas y colores primarios. Los primeros trabajos de Mondrian estuvieron influidos por el postimpresionismo y el cubismo.

A medida que su arte evolucionaba, Mondrian se fue acercando cada vez más a la abstracción, despojándose de todos los elementos representativos y dejando sólo los bloques fundamentales de la forma y el color: rojo, azul, amarillo y los no-colores blanco, negro y gris.

El color y la forma eran los elementos abstractos esenciales que Mondrian consideraba un lenguaje universal puro, en el que el color representaba los tres aspectos primarios de la existencia: El Amarillo como materia, el Rojo como espíritu y el Azul como conciencia.

Una de las obras más famosas de Mondrian, “Composición con rojo, azul y amarillo” (1930), es un ejemplo de su estilo maduro, con una disposición sencilla de colores primarios y formas geométricas.

El lienzo está dividido por gruesas líneas negras verticales y horizontales, en una estructura parecida a una cuadrícula, dentro de la cual Mondrian colocó bloques rectangulares de color rojo, azul, amarillo, blanco y gris. La composición está cuidadosamente equilibrada.

Cada color y forma está cuidadosamente colocado, en relación con las demás formas y colores, para crear armonía y equilibrio y expresar esas verdades universales tal como él las veía.

La forma también desempeñó un papel importante en la filosofía creativa de Mondrian. Por ejemplo, Mondrian utilizó a menudo el cubo para crear una sensación de equilibrio, armonía y orden universal en sus cuadros bidimensionales.

Descomponiendo el cubo en sus planos y líneas constituyentes, creía poder crear composiciones que expresaran la estructura subyacente de la realidad. Esta idea puede verse representada en las composiciones cuadriculadas de Mondrian, en las que las líneas verticales y horizontales pueden percibirse como una representación aplanada de las aristas de un cubo.

Destilando el cubo hasta su esencia, Mondrian añadió otro elemento gramatical a la expresión de su lenguaje universal en la forma, y de un esfuerzo por trascender las limitaciones del mundo físico.

El innovador enfoque de Piet Mondrian sobre el color y la forma ha influido en pintores e inspirado a artistas que trabajan en otros medios, como el creador de origami británico David Mitchel, que adoptó la filosofía creativa de Piet Mondrian al diseñar su modelo de origami, el cubo Mondrian. El modelo de David demuestra una elegancia tranquila y una belleza matemática utilizando tres o cinco colores de cualquier combinación.

Este modelo de origami es un buen ejemplo de la polinización cruzada de ideas entre distintos modos de expresión artística que nos permite apreciar, de forma comprometida y práctica, el significado de la filosofía de Piet Mondrian, que también podemos incorporar a nuestra práctica del origami.

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