— Diente de León —
Al principio del verano hice muchas fotos de dientes de león. Su suave y redonda translucidez se quedó en mi corazón y poco a poco se transformó en una persistente pregunta sobre cómo hacer un diente de león de origami*.
Pensé en el diente de león de origami constantemente. Una tarde, mientras montaba en bicicleta, recordé cómo Beth Johnson hizo una oveja a partir de una teselación. Tal vez también pueda hacer un diente de león de origami a partir de una teselación.
Durante dos días seguidos descuidé todo en mi vida e intenté hacer varios dientes de león basándome en las ovejas de Beth. Funcionó hasta cierto punto, y pude conseguir que el papel se curvara. Pero al final fue un fracaso, el modelo no acabó de funcionar como base para un diente de león.
- Lo que había aprendido a estas alturas: Una humilde idea puede convertirse en una obsesión.
Después de unos días doblando y explorando diferentes opciones de teselación, descubrí una bola hecha por Yuri Shumanov. La bola de Yuri se hizo colapsando una cuadrícula de bases de bombas de agua escalonadas de un rectángulo. Un concepto sencillo y perfecto para mi flor, pensé. Ahora sólo tuve que hacer este modelo muy pequeño utilizando papel translúcido. Tuve una visión de éxito.
Para ello, preparé un rectángulo de 20 x 10 cm (8 x 4 pulgadas) de papel cristal y empecé a doblarlo marcando varios pliegues en el papel.
Trabajé durante horas y horas, arruinando más de un trozo de papel porque se me escapó una arruga o lo puse en el lugar equivocado. ¡El fracaso de nuevo, me dieron ganas de llorar!
- Lo que había aprendido a estas alturas: La necesidad de centrarse en el momento presente; de liberar toda la ansiedad y la sensación de urgencia. El origami es el poder del aquí y el ahora.
Me puse a doblar un último papel después del desayuno en una mañana calurosa y húmeda. Trabajé en completo silencio, lejos de las obligaciones, el ruido o las distracciones. Finalmente, había hecho todos los pliegues necesarios.
Ahora tenía que hacer una bola con la sábana.
Fue una lucha que se hizo más difícil por el papel que estaba flojo por la alta humedad. El colapso simplemente no estaba ocurriendo. De un momento a otro tuve que contenerme, resistiendo el persistente impulso de arrugar el papel hasta convertirlo en una roca y arrojarlo al último rincón de mi estudio.
¡Ja! Tal vez esa era la solución. Al fin y al cabo, un bonito canto rodado de origami podría pasar por un diente de león, ¿no?
- Lo queya había aprendido: Es mejor no colapsar un teselado en miniatura en un día caluroso y húmedo.
En ese momento me dolía el corazón a partes iguales por el deseo de alcanzar una meta y por la frustración de muchos fracasos. Comprobé el informe del tiempo para el día siguiente: Soleado… Fresco… Seco. ¡Bien!
Veinticuatro horas me darían el tiempo suficiente para ocuparme de otras obligaciones.
El día siguiente tuvo un tiempo perfecto, como se había anunciado. Una buena parte de esa mañana se dedicó a formar la bola teselada y el resto del día a completar otras piezas que necesitaba el diente de león. Estas últimas piezas no supusieron ni de lejos el reto que supuso el cuerpo principal del diente de león, pero aun así llevaron su tiempo.
¿Estaba satisfecho? No del todo, pero tenía ante mí el diente de león que había imaginado. Podría decir que es un éxito.
- Lo que aprendí con el experimento del diente de león: Hay una delgada línea entre el fracaso y el éxito. Lo contrario del éxito no es el fracaso, es la renuncia.
* Aquí está el video que muestra los pasos para hacer este diente de león de origami. Se hace referencia a otros vídeos, y se necesitará tiempo y concentración para ponerlo todo junto. Si perseveras, ¡seguro que también puedes hacer un diente de león de origami!
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Referencias de vídeo:
Bola mágica, vídeo de Jo Nakashima
Bomba de agua, vídeo de Leyla Torres
Base del molino de viento, vídeo de Leyla Torres
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